Una forma de conectar y reconciliarnos con nosotros mismos
Hoy en día, es común escuchar frases como: “No te sientas triste, no muestres debilidad, no es para tanto, no puedes enojarte”, entre otras. Muchas de estas expresiones se han normalizado en nuestra cotidianidad, pero si nos detenemos a reflexionar sobre ellas, podemos darnos cuenta de que fomentan la invalidación emocional. A largo plazo, este tipo de mensajes pueden generar dificultades en la regulación de las emociones. Por ello, resulta fundamental aprender a practicar la gestión emocional. Pero, qué implica realmente este concepto?
La gestión de la conciencia emocional es fundamental para el bienestar psicológico de las personas. Esta capacidad implica reconocer, comprender y regular nuestras emociones de manera saludable, lo que no solo mejora la calidad de vida, sino también las relaciones interpersonales y la toma de decisiones. Asimismo, nos permite identificar nuestras reacciones frente a diversas situaciones, lo que nos da la oportunidad de actuar de manera más reflexiva y menos impulsiva.
Es importante destacar que gestionar nuestras emociones no significa suprimirlas, sino entender su origen y aprender a canalizarlas de forma constructiva. Esto contribuye a reducir el estrés, la ansiedad y otros trastornos emocionales, mejorando así nuestra salud mental.
En la sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado y las presiones constantes, a menudo descuidamos nuestro bienestar emocional. Por ello, es esencial tomar un tiempo para cuidar nuestra salud mental, practicar el autoconocimiento y buscar apoyo profesional cuando sea necesario. Priorizar la gestión emocional no solo es una inversión en nuestra salud psicológica, sino también en nuestra capacidad para vivir de manera plena y equilibrada. Recuerda: tu bienestar emocional es tan importante como tu bienestar físico.
Lic. María del Carmen Campos – Psicoterapeuta